De Zuloaga a José Antonio pasando por Bernard y las Bibesco

Uno de los cuadros más admirados de la exposición "Zuloaga en el París de la Belle Époque 1889-1914" (Mapfre Recoletos, 28-9-2017 a 7-1-2018) es el Retrato de la condesa de Noailles, que Zuloaga pintó en 1913 (Museo de Bellas Artes de Bilbao).


Llama la atención el hecho de encontrar en esta misma exposición otras cuatro representaciones de la misma persona: un boceto y un retrato de Jacques Emile Blanche, un retrato de Antonio de la Gandara y un busto de arcilla de Rodin.

A la izquierda el retrato y a la derecha el boceto, Jacques Emile Blanche (boceto de 1912; cuadro de 1919)

El retrato de Antonio de la Gandara (1899)

El busto de Rodin (1906)

La Fundación Mapfre ha habilitado una visita virtual a la exposición de la cual proceden varias de las imágenes que hemos utilizado.

Dándome una vuelta por la visita virtual he recordado mi visita real, y destaco los cuadros en los que me he entretenido más tiempo, seguramente porque me gustaban más, o porque los conocía menos.

No se aprecia en la captura de imagen, pero este retrato de la soprano Lucienne Bréval, de 1909, tiene una gran expresividad.




También de Zuloaga, me ha gustado la pose de este torero y las miradas de las mujeres (Torero de pueblo, 1896-1900); siempre se le dieron muy bien a Zuloaga los motivos taurinos



Aunque casi hay que sacar la lupa para verlos, encuentro encantadores estos dos pequeñísimos cuadros de Maurice Denis


Me gusta mucho el retrato de Andrée Fort, de Emile Bernard (1902), y como suele suceder, al interesarte un retrato comienza a interesarte la persona, que resulta ser la compañera durante varios años de Emile Bernard y su segunda esposa.

Incluyo la foto del retrato que hice con el móvil, antes de que me advirtieran de que no se podían hacer fotos (...) y más abajo, una captura de la visita virtual (por eso de que las tonalidades varían).

Emile Bernard. Retrato de Andrée Fort, 1902. Óleo sobre lienzo 86x51cm (con el móvil)

Emile Bernard (1868-1941) se trasladó a Egipto en 1893, en busca de un ambiente exótico que modelase su inspiración. En 1894 se casó en El Cairo con Hanenah Saati (1878-1937), mujer al parecer libanesa o de origen libanés. Al año siguiente, 1895, nació su primer hijo, Otse. A finales de 1895 murió en El Cairo su hermana Madeleine, cuya muerte le afectó mucho, y como la situación económica de la familia tampoco era buena, en 1896 Emile, Hanenah y el pequeño Otse dejaron Egipto para marchar a España. En España, Hanenah enferma de tuberculosis. En 1897 Emile Bernard conoce a Zuloaga y nace en España su segundo hijo (Fortunato), pero los dos niños mueren de tuberculosis. Emile y Hanenah regresan a El Cairo. En 1900, muere también su tercer hijo (Odilon, nacido en 1898) y nace el cuarto (Antoine). En 1901, Emile viaja a Francia y expone su obra, que obtiene bastante éxito. Es ahora cuando entra en escena Andrée Fort (1877-1963), hermana del poeta Paul Fort (también amigo de Zuloaga y de Vázquez Díaz). Emile y Andrée inician su relación sentimental, y cuando Emile regresa al Cairo, ese mismo año, ya lo hace con Andrée, aunque sigue manteniendo de alguna manera la relación con su esposa Hanenah, de la que en 1902 nace su quinto hijo, una niña a la que llaman Irene. A finales de 1903, Emile regresa a Francia, con Andrée, y con Antoine e Irene, los dos hijos sobrevivientes de los cinco que había tenido con Hanenah, a la que abandona (aunque habrá un fallido intento de reconciliación).

Emile y Andrée tuvieron tres hijos (Emilie 1905, Elizabeth 1906 y Michel Angel 1907), y continuaron juntos hasta 1913, si bien desde aproximadamente 1910 Emile apenas se preocupa por su familia. En 1937 muere Hanenah y en 1938, aunque hace mucho tiempo que no conviven, se casa con Andrée.

A la izquierda, Hanenah con su hijo Antoine (1904); a la derecha, Andrée con Emile Bernard y los dos hijos de Hanenah, Antoine e Irene (1903). Fotos de Wikimedia Commons.


Retrato de Andrée Fort (visita virtual)

El cuadro me gusta, entre otras cosas, porque incluye en el fondo otras dos obras o bocetos de Emile. No he localizado específicamente esas pinturas, pero sí dos de bastante similitud:

A la izquierda, Aguadoras (1894); a la derecha, Tres mujeres en la orilla del río (1895)

Pero en realidad, de quien quería hablar era de Anna de Noailles (1876-1933), o mejor dicho, de los Bibesco (o Bibescu). Ese nombre me sonaba bastante y no recordaba el motivo, así que me puse a investigar. Nos detendremos en algunos miembros femeninos de esta familia.



Anna de Noailles


Fotografía de Man Ray, 1933

El retrato de Zuloaga es espléndido; de hecho, es para mí el mejor de los muchos que existen (Laszlo, Helleu, Jacques Emile Blanche, Antonio de La Gandara, Kees Van Dogen, Edouard Vuillard, Helene Dufau, Jean Louis Forain, Jean de Gaigneron,  Paul Thévenaz ... ; incluso Pierrete Lambert puso la cara de Anna en un sello francés conmemorando en 1976 el centenario de su nacimiento). 

Anna vivía en un ambiente exquisito y privilegiado. Nació en París, su nombre de soltera era Anna Bibesco Bassaraba, princesa de Rumanía por su padre Gregoire Bibesco Bassaraba de Brancovan; su madre Raluka (Rachel) Musurus procedía de una distinguida familia griega amante de las artes, y era una notable pianista. A Anna le afectó mucho la temprana muerte de su padre, cuando ella sólo tenía nueve años. Se casó en 1897 con Mathieu de Noailles, de ahí que sea conocida como Anna de Noailles, o condesa de Noailles (por cierto, los condes de Noailles tenían el título y dignidad de Grandes de España).

Anna de Noailles tenía un círculo de amistades que incluía nombres como los de Edmond Rostand, Paul Claudel, Colette, André Gide, Maurice Barrès, Frédéric Mistral, Paul Valéry, Jean Cocteau, Alphonse Daudet, Max Jacob y Marcel Proust.

Como escritora, fue la primera mujer en convertirse en comandante de la Legión de Honor y la primera mujer admitida en la Real Academia Belga de la Lengua y Literatura Francesas, siendo distinguida con el "Grand Prix" de la Académie Française en 1921.

En "La poesía francesa moderna", recopilada y traducida en 1913 por Enrique Díez-Canedo y Fernando Fortún, encontramos un poema de Anna titulado "Frente a España" que finaliza con los siguientes versos:

¡Yo pienso en ti, Rodrigo, y en ti, Santa Teresa!
Y mientras que la tarde, de perfumes cargada,
pinta de sombra y plata la tierra sonrosada,
tras de los tamariscos que alineados se ven
uno a uno, en la áspera y menuda montaña,
oigo que va hacia Irún el silbido de un tren.
-¡Qué afán tengo de ti, ahora, divina España!

Elena Bibesco





Pero Anna no fue la primera Bibesco que ejerció el mecenazgo artístico en París. La esposa de su tío Alexander Bibesco, Elena Bibesco (1855-1902, de soltera Elena Costache Epureanu) era concertista de piano, discípula de Anton Rubinstein (Anton, no Arthur), siendo elogiada nada más y nada menos que por el propio Listz; entre sus amistades y/o protegidos había pintores como Pierre Bonnard, Puvis de Chavannes y Edouard Vuillard, escritores como Pierre Loti, Anatole France y Jules Lemaitre, el escultor Aristide Maillol y los músicos Padereswki, Debussy, Gounod, Saint-Saens (que le dedica su Valse Nonchalante), Massenet, Fauré y Wagner. En particular, el rumano George Enescu la consideraba su segunda madre (le dedicó, en bloque, todas sus obras anteriores a Edipo que no tuvieran una dedicatoria específica).

En La Moda Elegante, 30-4-1887, leemos "La pasada quincena, consagrada particularmente a las solemnidades musicales, ha revelado a la sociedad parisiense una nueva notabilidad aristocrática de incomparable mérito. La Princesa Bibesco, admirada y aplaudida tiempo ha en algunos salones íntimos, tuvo a bien prestar el auxilio de su talento de pianista al concierto celebrado el jueves de la semana pasada a beneficio del orfelinato de los Santos Angeles, y organizado por la Baronesa de Saint-Didier. Poderoso atractivo ofrecia a los concurrentes de esta fiesta musical la presentación de la joven Princesa, que posee en el más alto grado el arte de conmover y seducir."

Marthe Bibesco

Marthe Bibesco con un impresionante juego de esmeraldas

Un primo hermano de Anna, Georges Valentin Bibesco, pionero de la aviación y entusiasta del automovilismo, popularísimo en su época, se casó con Marthe Bibesco (1886-1973, de soltera Marthe Lavohary), escritora rumana con una tormentosa biografía (que incluye un breve amorío con Alfonso XIII) en la que no faltan episodios trágicos (su madre se suicidó en 1920 y su hermana en 1918). Su matrimonio con Georges Valentin Bibesco fracasó pero, al no existir divorcio, continuaron casados como matrimonio abierto.

Según una reciente encuesta, Marthe aparece entre las mujeres más influyente de la historia de Rumanía, y ocupa la primera posición entre las del siglo XX.

Al igual que sucede con Anna de Noailles y Elena Bibesco, los amigos de Marthe Bibesco eran de lo más selecto: Marcel Proust, Jean Cocteau, Paul Valéry, Rainer Maria Rilke, François Mauriac, Max Jacob, Antoine de Saint-Exupéry; conoció y trató también a grandes personalidades de la política, como Churchill o Roosevelt, la lista de sus amigos "influyentes" es casi interminable.

Como escritora, en 1955 fue nombrada miembro de la Academia Belga de Lengua y Literatura Francesa, en el asiento que anteriormente tenía Anna de Noailles; en 1962 recibió el premio de la Légion de Honor. También tiene un sello con su rostro, esta vez un sello rumano (su marido Georges Valentín tiene otro).

Su firma aparecía con cierta frecuencia en publicaciones periódicas españolas (Algo, 1933, "Recuerdos de Egipto"; Mundial, 1936, "Juventud"), que también incluían la crítica o reseña de sus obras ("El loro verde", Au bal avec Marcel Proust", "Jour d'Egypte", "Quatre Portraits", "El doctor Fausto de la Rue Vignon" -el artículo es de Marthe, pero por error la foto que aparece es de otra princesa Bibesco, Elizabeth-), y otro tipo de artículos (ABC 23-4-25, "Palabras al viento: La Princesa Bibesco"; ABC 24-6-1930, "Barcelona y su exposición vistos por la Princesa Bibesco"; ABC 5-3-1931, "La Princesa Bibesco, autor dramático"; ABC 30-5-50, "Una gran escritora en España"; ABC 20-2-1988, "Una desconocida célebre").

Elizabeth Bibesco



Volvemos a Elena Bibesco: uno de sus hijos, Antoine Bibesco (1878-1951), escritor, abogado y diplomático, que había heredado las aficiones y amistades de su madre (fue íntimo amigo de Marcel Proust), se casó en 1919 con Elizabeth Asquith (de casada, Elizabeth Bibesco, 1897-1945), hija de Herbert Henry Asquith (Primer Ministro Británico desde 1908 hasta 1916) y de su segunda esposa la famosa Margot Tennant; el reputado director de cine Anthony Asquith era hermano de Elizabeth.

Elizabeth Bibesco publicó, entre 1921 y 1940, tres colecciones de novelas cortas, cuatro novelas, dos obras de teatro y un libro de poesía.

Uno de los destinos diplomáticos de Antoine Bibesco fue, después de Estados Unidos, España. Aquí llegó con su esposa en 1927, ocupando la embajada hasta 1933. "La Bibesco" formó parte de la alta sociedad española, que continuó frecuentando después de dejar la embajada. Hay mucho escrito sobre ella: para resumir se podría decir que era culta, ingeniosa y juerguista; por desgracia tenía gran afición a la bebida, es probable que terminara alcohólica (murió a los 48 años). Durante su matrimonio, que no era lo que se dice perfecto, tuvo algunos escarceos amorosos (al igual que su marido). Marcel Proust fue el padrino y Alejandra de Dinamarca (esposa de Eduardo VII) la madrina de su única hija, Priscilla (1920-2004).

Elizabeth Bibesco aparece mucho en la prensa española de la época, la mayoría de las veces en su calidad de esposa del Ministro de Rumanía en España, pero también como escritora. José María Canalejas Fernández, Duque de Canalejas, firma una entusiasta interview con La Bibesco; curiosamente, ella se califica como "periodista" (La Gaceta Literaria, 1-7-1930, Hablando con la Princesa Bibesco). Magda Donato (seudónimo de Carmen Eva Nelken, hermana de Margarita Nelken) firma otra entrevista a Elizabeth Bibesco en la serie "Cómo son las mujeres de otros países" (Ahora, 10-3-1931)

Manuel Azaña menciona varias veces a la Bibesco en sus diarios; el 22 de abril de 1933 escribe "Anoche, en la embajada de México, la Bibesco tuvo la ocurrencia de proponerme que me presentaría al hijo de Primo de Rivera". ¡Ah, por eso me sonaba el nombre "Bibesco"!

Mucho se ha hablado y se ha escrito sobre la relación que mantuvieron La Bibesco y José Antonio Primo de Rivera (1903-1936). Hay quien sostiene también la idea, que creo descabellada, de que el propio Azaña, al principio muy crítico y despectivo con La Bibesco, terminó enamorándose de ella.

Se afirma que La Bibesco pidió a Azaña que procurase la salida de José Antonio de la cárcel de Alicante. Al respecto, su hermana Pilar Primo de Rivera escribe en el libro "Recuerdos de una vida": "Asimismo algunas personalidades intentaron gestiones diplomáticas para sacar a José Antonio de la cárcel, entre ellos Eugenio Montes, por medio del Conde de Romanones, en comunicación con el Gobierno de París. Hizo, asimismo, una gestión la Princesa Bibesco con Azaña, quien le contestó de la siguiente y sorprendente manera: «Que sentía muchísimo la situación de José Antonio Primo de Rivera, por quien no podía interceder, pues él también era un prisionero.» A tal desorden e incontrol habían llegado las cosas. Esta misma Bibesco, inglesa de nacimiento, casada con rumano, recurrió al Foreign Office, que no se dignó ni contestar." (fuente)

Martín Otín (uno de los primeros en sacar a relucir la historia de La Bibescu y José Antonio, en su libro "El hombre al que Kipling dijo sí") localizó una copia mecanografiada de una carta enviada por José Antonio a La Bibesco desde la cárcel, el 16-7-1933. Se trata de una carta cercana y afectuosa, pero no de amor (aparece transcrita en "La pasión de José Antonio", de José María Zavala)

Salvador de Madariaga escribe en la revista Ibérica (Nueva York, 1956) "No conocí personalmente a José Antonio Primo de Rivera; pero si indirectamente por la princesa Bibesco, hija del primer ministro inglés Asquith, casada con un príncipe rumano que fue ministro de Rumania en Madrid. Y Elizabeth Bibesco me habló mucho de Primo de Rivera, a quien estimaba sobremanera, y hasta me leyó algunas cartas de él".

Por todo ello y bastantes testimonios más, es evidente que alguna relación de intimidad sí existió entre La Bibesco y José Antonio. Cuando en 1940 Elizabeth publica su libro "La romántica", incluye este prólogo: "A José Antonio Primo de Rivera. Te prometí un libro antes de comenzarlo. Ahora que está terminado, es tuyo. Aquéllos a quienes amamos mueren para nosotros sólo cuando nosotros morimos". 


Helena Bonham Carter


Helena Bonham Carter con su madre Elena Propper de Callejón, 2015

Para terminar con un personaje más reciente y muy popular, añadiremos que Elizabeth Asquith, La Bibesco, tiene relación de parentesco con la actriz Helena Bonham Carter (1966). Helena Bonham Carter cuenta con más parentela ilustre, de la que destacamos a su abuelo, español, Eduardo Propper de Callejón, declarado Justo entre las Naciones por su labor humanitaria en defensa de los judíos.