Sitio para todo: Los Errázuriz, el arte, y algo más (II). Maximiano Errázuriz Valdivieso.

NOTA.- La versión actual de "Los Errázuriz, el arte y algo más", con más "capítulos", está AQUI

Aclarada la relación de parentesco que nos conduce desde el primer Errázuriz chileno hasta las mujeres que han sido el origen de esta pequeña historia, vamos a ver como esta hidalga familia de hacendados, políticos, mineros, comerciantes, religiosos, etc. etc. … vuelve sus ojos hacia el mundo del arte.

Maximiano Errázuriz Valdivieso

Maximiano Errázuriz Valdivieso

El primero que destaca en este aspecto es Maximiamo Errázuriz Valdivieso (1832-1890). La vida de Maximiano podría ser un argumento de novela (como la de otros varios miembros de la familia), de la que aquí solo daremos unos pequeños detalles (la entrada en wikipedia, curiosamente, es mucho más extensa en versión inglesa).

Nacido en 1832, una vez cursados estudios de ingeniería (agrimensor), se casó a finales de 1855 con (Josefa) Amalia Urmeneta Quiroga.

Amalia Urmeneta Quiroga

El padre de Amalia era el magnate José Tomás Urmeneta, una de las mayores fortunas de América del Sur, obtenida como resultado de la explotación de las minas de cobre descubiertas por el propio Urmeneta y más tarde producto de los varios negocios de fundición, ferrocarriles, distribución de gas, puertos...; Maximiano y su suegro tuvieron una excelente relación personal y profesional, formando entre otras la sociedad “Urmeneta y Errázuriz”.

Amalia murió en 1.861, por complicaciones surgidas al nacer su último hijo. Tenía tan solo veinticuatro años, y dejó cuatro hijos, José Tomás (1856), Guillermo (1857), Amalia (1.860) y Rafael (1.861). Según ”Los Errázuriz”, “Maximiano quedó melancólico y taciturno hasta su muerte”.

Maximiano tuvo varias intervenciones importantes de carácter político y diplomático, fue diputado y senador, presidió la Cámara... (ver biografía de la Biblioteca del Consejo Nacional), pero debido, por un lado, a su carácter reservado, y por otro porque el tiempo lo ocupaba en sus negocios y en la educación de sus hijos, rechazó mayores responsabilidades políticas que le fueron ofrecidas.

En 1.871 volvió a casarse, esta vez con Carmen Valdés Ureta, y partió para Europa con su nueva esposa y sus cuatro hijos. El viaje servía, a la vez que de luna de miel (aunque muy compartida con los cuatro hijos de Amalia, que entonces contaban entre quince y diez años de edad), de alejamiento de la embarazosa situación que se le planteaba a Maximiano puesto que tanto su suegro José Tomás Urmeneta, con el que seguía manteniendo las mejores relaciones (fue padrino de su segunda boda) como su hermano (de padre) Federico Errázuriz Zañartu eran candidatos a la presidencia de la república (finalmente obtuvo el cargo Federico; al poco tiempo surgieron graves discrepancias poíticas entre los dos hermanos que llegaron a enemistarlos hasta el punto de no volverse a ver).

En su viaje a Europa, “se ocupó con gran criterio y sagacidad en adquirir los más hermosos cuadros, estatuas, muebles y objetos de arte para el suntuoso palacio que proyectaba construir en Santiago. Presentado a la Corte de Inglaterra, colocó a sus hijos varones en un colegio en ese país, y recorrió con su mujer y su hija Amalia, Bélgica y Suiza... estrenó (en París) el Gran Hotel recién inaugurado ...recorrío Italia, visitó al Papa , y allí adquirió gran parte de su famosa pinacoteca y de las estatuas magníficas que habían de completar sus colecciones iniciadas en París y Londrés” ( ”Los Errázuriz”). También se ocupó de adquirir para Carmen Valdés un completo vestuario, “la casa Worth ejecutó maravillas” recordará Amelia años más tarde (“Origen y ascenso de la burguesía en Chile”, de Sergio Villalobos R.).

Tan magnífico recorrido culminó con la desgracia de que la joven esposa enfermara de fiebre amarilla en el viaje de vuelta, falleciendo en Santiago de Chile en junio de 1872, poco más de un año después de la boda.

Familia de Maximiano Errázuriz en 1871

El retrato de familia nos muestra a Rafael, Carmen Valdés, Amalia, Maximiano, Guillermo y José Tomás en París, en 1871 (el cuadro en la pared del fondo representa a la madre de Maximiano, Rosario Valdivieso Zañartu). A propósito del cuadro, escribe la entonces pequeña hija Amalia: “vino un día un artista, llamado Maurice Blum, que tomó un croquis de cada uno de nosotros y luego discurrió una composición de figuritas tiesas y demasiado coloreadas que agrupó con poca naturalidad sobre la tela” ("Origen y ascenso de la burquesía en Chile", Sergio Villalobos R.). Sin duda Maurice Blum (1832-1909) sería un pintor de prestigio en la época, pero la historia parece haber corroborado la no muy favorable impresión que tuvo la joven Amalia, y hoy en día apenas se encuentran referencias de este autor.

De regreso a Chile, Maximiano se instaló en su nueva residencia de Santiago, considerada en su día la más elegante de la capital chilena. Actualmente es la Embajada de Brasil (galería de imágenes). Se trata de “una casa de tres cuerpos, toda una villa neoclásica con aires de grandiosidad romana renacentista, resultado de los anhelos de Maximiano Errázuriz. Conocedor de estilos, corrientes y artistas por sus frecuentes viajes a Europa, recurrió a uno de los grandes arquitectos del momento, el italiano Eusebio Chelli, quien había llegado a Chile para instalar el nuevo altar de la Recoleta Dominica, y que luego proyectaría grandes obras de Santiago”. “Paradójicamente, la magnificencia del edificio de tres cuerpos sólo sirvió de cobijo para las grandes penas del empresario. A pesar de la ajetreada vida social que allí se realizaba, sobre todo por parte de sus hijos ya mayores, Maximiano se sintió solo”. (El Mercurio 10-3-2007, Palacio Errázuriz: Una Villa Neoclásica sobre la Alameda, texto Valeria Campos Salvaterra).

Con todos sus hijos ya casados, en 1883 decide vender el palacio de Santiago y marchar ya definitivamente a Panquehue, donde en 1870 había fundado “Viña Errázuriz”, pero en vez de habitar la casa-palacio, prefiere vivir en la casa de administración del campo.

Al respecto de la mansión de Panquehue, tenemos una deliciosa descripción realizada por el marino español Fernando Villaamil en el libro “Viaje de circunnavegacíón de la Corbeta Nautilus”

“Según supe por el mismo Sr.Errázuriz, sus antecesores sentían como él verdadera afición por esos productos tan estimados por cuantos aman lo bello, y que sólo poseen quienes disponen de una gran fortuna. En dos oportunas ocasiones había comprado en Europa cuadros y otros ricos objetos de gran mérito, con lo cual logró reunir en esa casa-palacio un verdadero museo, siendo, sin duda alguna, lo mas admirable el salón de pinturas que, instalado en edificio separado de la casa, sirvió de comedor, tanto en el almuerzo como en la comida que allí se nos ofreció. No sé fijamente cuál debe ser el decorado más apropiado para las paredes que formen el comedor de un hombre que puede permitirse toda clase de placeres y satisfacciones; seguramente que acerca de este particular habrá muy distintas opiniones, si bien todas coincidirán en que haya lujo en cuanto produzca el mayor contento al espíritu. Pero de mí sé decir que sentí verdadera satisfacción aprovechando los momentos no exigidos por la materialidad del acto de comer para contemplar cuadros, cuya vista me producía singular admiración y placer”

Salón de pinturas en Panquehue

Salón de Pinturas en Panquehue

Como señala la semblanza biográfica del fundador en la web de Viña Errázuriz, “A los 48 años, transforma su vida complementa y se dedica a la oración y a ayudar a los más pobres. En la tranquilidad de Panquehue, vive austeramente, se dedica a construir casas para sus trabajadores, funda una escuela y levanta una iglesia. También entrega una parte importante de su colección de obras de arte a fundaciones dedicadas a ayudar a los más necesitados.”

Su nieta Blanca Errázuriz Subercaseaux, en el libro que dedica a su madre “Amalia Errázuriz de Subercaseaux” nos describe estos últimos años de la vida de Maximiano de la siguiente manera:

“El gran señor que, en varios viajes de Europa a Chile, satisfacía lujosamente sus inclinaciones de refinado artista, acarreando a sus habitaciones de Santiago y Panquehue obras de arte valiosísimas, ahora, purificada su alma de místico por los sufrimientos de la vida que ahondan tanto en naturalezas grandes y finas y las desengañan y desapegan más mientras más han poseído, se dedicaba a la humilde tarea de llevar remedios a los pobres, de repartírselos en sus ranchos apartados sobre la falda del cerro”

“Viña Errázuriz”, con su famoso lema ideado por Maximiano “De la mejor tierra, el mejor vino”, sigue hoy en día regida por un miembro de la familia (Eduardo Chadwick Claro, hijo de Alfonso Chadwick Errázuriz, “Eduardo es la sexta generación de su familia relacionado con el negocio de los vinos”; ver vídeo de la compañía en la celebración del 140 aniversario de la viña).